Por vez primera, en tantos años,
no pediré a San Nicolás juguetes,
tampoco ropa a los Reyes Magos,
ni al Niño Dios grandes paquetes.
Dejaré para otra ocasión la autopista
y esperaré otro año los patines;
esta vez será diferente la lista,
no incluiré regalos caros ni imposibles.
Este año, quiero recibir en Navidad
sólo una cosa, una buena noticia:
que en el mundo sólo habrá felicidad,
hora tras hora, día con día.
Yo no quiero que haya más guerras,
todas son perversas, ninguna es santa,
quiero que la gente viva y no muera,
es mi sueño, es mi corazón lo que canta.
|