Sobre tus labios, de vírgen naturaleza,
se exhiben los tonos límpidos del arco iris,
que te iluminan toda, de pies a cabeza,
en torrentes migratorios de celestial matiz.
La luz que besas, anida en tus labios,
sabe a lluvia en las pupilas;
cristalina, corre y corre, sin cambios,
lavando penas, cambiándolas por alegrías.
En tus labios que destilan delicadas prosas,
se percibe el idioma grato del corazón.
En tus mejillas encendidas, como rojas rosas,
se advierte tu timidez, sin razón.
Sobre tus labios, de vírgen naturaleza,
con celestial matiz, vive el arco iris.
Es luz que besas, tuya, de pies a cabeza,
manantial con sabor a lluvia en tí.
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