Hay palabras que se entregan sin petición,
que se miran impresas en tinta
y que al leerlas, nos llegan al corazón
y nos muestran una realidad distinta.
Hay palabras que se evaden, pero presienten,
que se rehuyen y sin embargo, se desean.
Palabras que dicen verdades o que mienten,
que el amor avivan o traiciones despiertan.
Hay palabras que solas, ellas se derriten
y que con otras, se tantean y se acoplan;
juntas, se estiran, incrustan o estremecen,
meneando ideas, soñando plenas en tu boca.
Hay palabras pensadas antes de hablar
y muertas tan sólo luego de escuchar,
que son codicia, locura, palabras al azar,
para reír, para pensar, para juzgar.
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