Padre mío:
Gracias por permitirme estar,
donde Tu has estado siempre,
por darme en este tiempo
paz y reconciliación con mi alma,
por dejar que me acerque a ti....
Te pido Señor, que mis obras no ofendan
a mis semejantes,
llévame de tu mano por el camino de la luz
y ayúdame a discernir en mi pensar
separando la bondad de la maldad.
Gracias te doy por haberme permitido,
llegar a esta edad con salud,
con amor de familia
y convivencia hacia el prójimo.
Contigo hoy y siempre.
15 de abril de 2006
50 años
|