SONETO
LA DIETA DEL PLÁSTICO
No podemos saber lo que comemos
si en cantidad de plástico podrido
todo lo envuelven, vasto contenido
que una vez facturado ni lo vemos.
Hoy día igual les da que protestemos,
si acaso haciendo uso del sentido
común, obviando aún lo que han servido,
sólo interesa que al final paguemos.
Quizás vender se venda el envoltorio
y no tanto el mejunje que contenga,
porque si entrar nos entra por la vista
que sea o no también satisfactorio
mayores beneficios no devenga
si a la tripa contenta se despista.
|