SONETO
MÁS PRECIADO A MI MENTE QUE UN HALAGO
Más preciado a mi mente que un halago
siempre será el consejo de un amigo,
que si placer advierto de mi ombligo
con mucho amor la recompensa pago.
Por eso yo disculpas nunca trago
porque los místicos no van conmigo,
que si a preverlos hoy aún consigo
dolores sentiría de lumbago.
Quizás por eso bajo la neblina
me comporto a menudo con decoro,
por si el remordimiento de conciencia
las luces del cerebro me ilumina,
que no por publicar en este foro
malograr pretendiese yo mi esencia.
|