SONETO
NO SOY SANTO NI LO PRETENDO
Como santo no soy ni lo pretendo,
en los momentos más comprometidos
tapo mis pensamientos pervertidos
porque así la cuestión mejor la entiendo,
y porque de mis cábalas dependo
huyo de los milagros convenidos,
que por no ser tampoco comprendidos
ficticios al final acaban siendo.
Ante lo cual devoto no lo soy,
quizás porque de niño me obligaron
a rezar padrenuestros de rodillas,
que muy dispuesto a defenderme estoy
cuando sin ton ni son me castigaron
a gestionar mis propias pesadillas.
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