Soneto.-
No sé para que quiero tu alabanza
elevando el listón de mis pasiones,
si no logro llenar mis ilusiones
con la tristeza infiel de la venganza.
Porque si grande fuese la esperanza
que cubre de miel nuestros corazones
sin que el consuelo imponga sus razones,
mayor podría ser la desconfianza.
Porque conozco mi banal donaire
espero merecer un solo día
disfrutar de las mieses de esta tierra,
y no quiero volar por el frío aire
despachando cualquier melancolía
a la cual fácil mi razón se aferra.
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