Soneto.-
No sería la dicha nunca tarde
si se lograra una bonanza buena,
porque si no menuda la faena
que encima me acusaran de cobarde.
Resulta que el ambiente está que arde
desde que me soltaron de la trena,
si en mi huerto no crece ya la avena
a no ser que el invierno se retarde.
Y suerte me deseo en la aventura
porque peores tiempos se avecinan,
mirando las desgracias que suceden
a cada paso de mayor fractura,
pues hasta los oídos me rechinan
al comprobar como los dioses ceden.
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