Repleto vivo de pecados viejos
pero con la conciencia bien tranquila,
porque al pasar de niño por la pila
limpios, dicen, quedaron mis pellejos.
Y llegaré por este atajo lejos,
si acaso no me salgo de la fila,
y el ministro de Dios no me trasquila
porque me trinque falto de reflejos,
porque viaje carente de esperanza
deseando que el mundo se detenga
y a rezar el rosario me castigue,
pues igual no merezco su venganza
aunque del más allá tal vez provenga
y con sus credos díscolos me obligue.
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