Mientras yo me adelanto a tus deseos
mi existencia recorro en un instante
como si fuera el sabio comandante
que no quiere meterse ya en jaleos,
que leyendo tranquilo mis tebeos
tirando voy de veras adelante,
aunque seguro mucho no me encante
observarme en el mundo de los feos.
Porque sin ganas lloro aquí tu ausencia
y recurro al dolor de mis palabras
para que el desconsuelo no me hunda,
pues bastante me pesa la conciencia
tomando notas locas y macabras
que detesto de forma muy rotunda.
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