Creyendo que pareces tan coqueta
a la peña replicas con desprecio,
porque bien que manejas el trapecio
exhibiendo tus músculos de atleta.
Y tan bien te recoges la coleta
que con descaro ya le pones precio,
de forma que ningún humilde necio
te vaya a resolver la papeleta.
De lista te paseas por el mundo
que al mismo roble dejas enredado
buscando cómo resolver el lío,
pues hasta yo me siento vagabundo,
quizás a las pasiones entregado
expuesto a semejante desafío.
|