¡Cariño, cuanto te extraño!.
Siglos me parecen los días,
mi cuerpo reclama tus abrazos
y el mimo con que me miras.
En mi mente estás tú
siempre vivo en mi recuerdo,
parece que fue ayer
cuando me hablaban tus besos.
Aunque no quiero, ya sé
que tengo que vivir sin ellos.
No te marchas porque quieres,
sino porque lo marca el tiempo.
Tu ternura queda en mi
como el más dulce recuerdo
de un amor que sin pensar
llegó como viento fresco.
Viento fresco en el corazón,
en la mente y sentimientos
colmando una sensación
de plenitud y sosiegos.
|