Estériles y perdidas,
olvidadas y muertas,
cautivas en la vida,
dormian mis ideas.
Oscuras y sin luz,
sin cielo ni belleza,
dentro de mi tumba,
morian las estrellas.
Se murió el amor,
y lloró el recuerdo,
lágrimas de un llanto,
sin palabras, en silencio.
Ya no quedan luces,
en la oscuridad del sueño,
ya no hay alegria,
mi pensar es sufrimiento.
|