Hoy no es el día,
me siento anonadada,
con el alma vacía,
tan sola, tan triste,
y tan desolada,
que lo peor
sería lo mejor
y lo mejor...
para mi no es nada.
Que triste soledad,
cuendo nadie,
realmente nadie,
espera tu voz,
desea tu mirada,
no saben de tu lágrima.
Mi quejido es hondo,
infinito, porque
a la mitad del camino,
el fuerte temporal,
sin consuelo,
arrasa el nido.
Era pobre, poco calor,
a veces, tan mísero...
de briznas vacío,
faltaba tanto!!
pero aún era nido.
Ahora encambio,
ya pasó la tormenta,
llega la calma,
recojo un material divino,
pero no construyo,
me sale cualqueier cosa,
todo, menos un nido.
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