Sin saber cómo te llamas,
aparecen aquí varios nombres;
si el tuyo aquí hallas,
me dará un gusto enorme.
Hay algo más que quiero decir:
cada nombre tiene su significado;
espero que el tuyo puedas descubrir
y que este esfuerzo, sea de tu agrado.
Aarón, fortaleza en la montaña,
Antonio, que se destaca entre todos;
Galeno, que lleva una vida sana,
Baltasar, que es protegido por Dios.
Amara, mujer de piel morena,
Abelardo, el gran trabajador;
Bernabé, el hijo del profeta,
Florentina, hermosa como una flor.
Alba, blanca y refulgente,
Abigail, alegría del padre;
Clara, pura y transparente,
Elda, la que es saludable.
Alberto, que brilla por su nobleza,
Beatriz, que tiene alegría;
Pastor, que cuida a sus ovejas,
Josselyn, bella y atractiva.
Ladislao, el glorioso gobernante,
Katia, que proviene de la nobleza;
Bertha, de personalidad brillante,
Larisa, que es alegre y dispuesta.
Caridad, da amor a los demás,
Elizabeth, la que ama a Dios;
Irene, que ama la paz,
Josefa, engrandecida por Dios.
Lucas, el que resplandece,
Ignacio, el que es ardiente;
José, al que Dios engrandece,
Imelda, la que batalla fuertemente.
Luz, que da claridad,
Hernando, el guerrero valiente;
Diana, la colmada por la divinidad,
Faustina, la que favorece la suerte.
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