Naciste, pero tristemente, no fuiste bien recibida.
Tus padres no te quieren, es tu penosa realidad;
ellos argumentan extrema pobreza, no es mentira,
mas tampoco se justifica para evadir su responsabilidad.
Tienes tres hermanos, pero tú no vives con ellos,
¡qué desgracia!, te han separado de ese hogar.
Te han mandado, un tiempo, a casa de tus abuelos,
pero ellos no te quieren, nunca te podrán adorar.
¿Quién te llevará a casa? ¿Quién te podría amar?
Naciste y luego de año y medio, no tienes nombre.
Tus padres no te quieren, hoy te desean regalar,
según ellos, por vivir mal, por ser muy pobres.
|