DOMAR AL EGO
Muy difícil será domar al ego
que de intentarlo habrá de ser en vano,
si es que situándose en distinto plano
al perseguirlo un coscorrón me pego.
Pues donde dice digo dice diego
sin que escuchar escuche el muy tirano,
yendo de prepotente y campechano
que no cede por mucho que le ruego.
Por lo tanto le doy por imposible
y ojalá que me sirva la experiencia
para a gusto poder peinar las canas,
que si el futuro pinta aborrecible
mucho más me remuerde la conciencia
al levantarme todas las mañanas.
|