Soneto Cautivo.-
¿Cuántas veces señores
no ignoramos de veras al mendigo,
aunque nos sobre de verdad el trigo
e incluso le pidamos a veces sus favores?
Grandes y dolorosos podrán ser los dolores
de quien hoy pareciera un buen amigo,
pero sin demasiada fe lo digo
aunque les pongan flores.
Pues la distribución de la riqueza
así según parece no a todo el mundo alcanza
y aunque a veces el pobre la desprecie,
será porque pedirla le dé mucha pereza
como le ocurriría a Sancho Panza
tratando de lidiar a fieras de su especie.
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