SONETO.-
Si cada día me levanto viendo
como desde los cielos es factible
que la vida me siga sorprendiendo,
¿por qué sería entonces imposible
que de no estar Cupido siempre ardiendo
me derrita en tu abrazo irresistible,
mientras mi corazón dure latiendo
en ese mar de sueños apacible?
Porque sin percibirlo ni juzgarlo,
mi parte de pasión justificada
jamás tendría justa recompensa.
Así no luzco esfuerzo en disfrutarlo
siempre y cuando esté en brazos de mi amada
que sin dudarlo es mi mejor defensa.
Luis Perez.-
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