CUANDO LLEGUE A LA FOSA QUE ME ESPERA
muy poco sentirán mis blancas pieles,
porque una vez perdidos los papeles
triste se volverá la primavera.
Todavía hoy iré por donde quiera
persiguiendo el guión de los carteles,
los que anuncian insólitos pasteles
seguro más allá de la frontera.
El esfuerzo se torna necesario
si se quiere salir entero a flote
sin padecer dolor en el camino,
aunque igual quienes recen el rosario
ganar podrían un jugoso bote
que derechos les guíe a su destino.
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