Una vez que se pierde ya la fe
en la bondad humana yo no creo,
que quienes hoy se metan en jaleo
de la herida no sacan más el pie.
Defraudados seguro, yo no sé,
a los herejes cándidos les veo
y también en los diarios que yo leo
su defensa resulta un paripé.
Pues si no se repara nunca el daño
porque además le sobre el beneficio,
el perdón desde luego no se obtiene
viendo que la sentencia es un apaño
que justifica a jueces en su oficio
y al sistema decrépito mantiene.
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