Porque mientras espero desespero
la vida se me escapa en un suspiro,
quizás porque de en medio me las piro
si falto me sintiera de salero.
Quien sabe si prestara más esmero
en escuchar al corazón que admiro,
porque si de reojos yo le miro
nada me dejaría en el tintero.
Pues todo lo que dentro no revienta
en carne de psiquiatra se convierte
si por las buenas fuera nadie saca,
asunto que ni Dios lo tiene en cuenta
cuando todo se acaba con la muerte
diciendo adiós también a la resaca.-
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