Los humanos, comentan,
se forran estafando a su vecino,
siempre que se le cruce en el camino
y palpen en sus tripas que de hambre se resientan.
Con arte y demagogia intereses inventan
exhibiendo las dotes del cochino,
al importarles todo ya un comino
en la pasta se centran.
Así con gran cinismo el español
muy bien se mueve al tiempo que aumenta su fortuna
manejando la crisis de cojones,
mientras los desgraciados tiesos miran al sol
sin esperanza ni bondad alguna
puesto que sin respuestas quedan hoy sus razones.-
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