Me puede matar la angustia,
me puede matar la pena,
pero lo que más me asusta
es merecer la condena.
Cambia el odio por amor,
cambia el rencor por dulzura
serás reflejo de Dios,
y panal de mieles puras.
La mujer que es poetisa
cuando le ofreces amor,
sus poemas te acarician
como pétalos de flor.
Si escondes tras tu bondad
odio, maldades, rencores,
soledad y sinsabores,
¡vas a tener que afrontar!
Por débil algunas veces
me ganaron la batalla.
Pero ahora que soy fuerte
a esos los mantengo en raya.
Soy amor toda dulzura
y en mi alma está la paz,
para aquellas criaturas
que se lo sepan ganar.
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