Soneto.-
Un chiste me resulta la propuesta
de bajar a los ricos los impuestos,
mientras los capos siguen en sus puestos
haciendo malabares con la apuesta.
Igual a los ministros les molesta,
que a diario se les vea predispuestos
a dejar sin castigo los arrestos,
del banquero que añada lo que resta
a los activos tóxicos del banco,
al ver que la amnistía judicial
le permite saltarse sin prejuicios
todos los cortafuegos del barranco,
donde se oculta el fiasco procesal
de quienes bien conocen sus oficios.
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