Al pobre que malvive como puede
será inútil multarle por tramposo,
cuando ve disfrutar al poderoso
y la justicia gracia le concede.
Puede que algún obstáculo le enrede
y nunca pueda ser un gran virtuoso,
por lo cual escapar de algún acoso
sea imposible y su cabeza ruede.
Delito tiene quien a diario roba,
cobijado a la sombra del gobierno,
a quienes a destajo siempre curran,
ya sea con el pico o con la escoba
cuando el día resulta casi eterno
y justo al acabar van y le zurran.-
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