(Nota: ésto no pretende ser un poema,
ni un cuento, sino solamente una
disertación sobre la problemática actual)
en el closet donde guardo lo superfluo
y lo que me sienta bien, tengo varias
etiquetas para elegir la que me gusta ser
me encanta la etiqueta de mujer marca
pero como tiene que ir acompañada de
una de plástico y mi esposo dice que
soy su peor inversión, procuro pocas
veces usarla, no vaya a haber devaluación
también tengo una de comunista, pero
como a mi conjunto la de derechas le va
mejor, esa tampoco la uso para evitar
la mala combinación
y como ahora está de moda la globalización
tengo que confesar que esa a mi no me va,
que si álguien me preguntara cuál es mi
opinión, lueguito pondría mi carita de what,
y para evitar vergüenzas, esta moda no la
sigo yo
pero hay una que me sienta de maravilla,
ya sea con cara lavada o vestida para un
cocktail, y es la de ser una mujer
felizmente casada que bendice su condición
así que si una etiqueta tengo que usar
o la gente me la quiere imponer, no cabe
ninguna duda cúal es la que me sienta mejor
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